Es muy común, para cualquier persona que cuando se atraviesa un momento de desafío profesional se desarrolle el síndrome del impostor. De hecho, incluso algunas personalidades públicas, como personalidades del espectáculo o políticos también reconocen haberlo experimentado.

Un impostor es alguien que finge voluntariamente ser quien no es y lo hace para conseguir determinados fines personales y egoístas. Pero cuando se alude al síndrome del impostor se refiere a un conjunto de síntomas en los que una persona se siente un fiasco, aunque sea perfectamente competente y esto le trae sufrimiento y afecta su desenvolvimiento profesional.

¿Qué es el síndrome del impostor?

Es un estado de malestar emocional asociado a la sensación de no merecer y no estar preparado para la posición que se ocupa, o para hacerse cargo de un proyecto laboral, académico o social. Quien lo padece tiene además la sensación de que las otras personas se dan cuenta de sus limitaciones, o bien que su accionar puede descubrirlo en cualquier momento.

En 1978, Pauline Rose Clance y Suzanne Imes, psicólogas, observaron los síntomas en estudiantes y lo identificaron por primera vezLas emociones experimentadas por las personas que lo sufren son miedo, ansiedad y angustia, a veces de manera muy intensa.

Estas personas no confían en sí mismas, desvalorizan sus logros – atribuyéndolos a casualidades o factores externos y minimizan sus competencias, llegando a pensar que no merecen lo bueno que les sucede.

¿A quiénes afecta el síndrome del impostor?

De acuerdo con el estudio «The impostor phenomenon», publicado en el International Journal of Behavioral Science, siete de cada 10 personas experimentan el síndrome del impostor, sin embargo las mujeres son más propensas que los hombres a padecerlo, Un estudio de la Universidad de Cincinnati (EE.UU.) sostiene que 2 de cada 3 mujeres experimentaron el síndrome del impostor en algún momento de su vida.

Élisabeth Cadoche y Anne de Montarlot, en su libro “El síndrome de la impostora“, tratan en profundidad este síndrome en las mujeres y aportan algunas de las razones por las que lo padecen con más frecuencia, entre las cuales están las siguientes:

  • La menor representación de mujeres en puestos directivos, por las cuales las mujeres en esos puestos pueden sentir una mayor presión para tener éxito.
  • Los estereotipos sociales y con ello la dificultad para ir contracorriente en las mujeres que no se adaptan al estereotipo.
  • La presión por los resultados y la imagen de éxito, que puede ser mayor en el caso de las mujeres.

Pero no en todas las personas se produce con los mismos síntomas, sino que depende de las características comportamentales de la persona.

¿Cuáles son los síntomas del síndrome del impostor?

Las personas que sufren el síndrome del impostor suelen presentar los siguientes síntomas:

  • Desmerecer los propios logros o éxitos.
  • Atribuir los logros al azar, a la suerte o a factores externos.
  • No saber evaluar las fortalezas y debilidades de las propias competencias.
  • Falta de confianza en las propias competencias y experiencia.
  • Miedo a que los demás descubran el fraude que se cree ser.
  • Miedo al fracaso.
  • Expectativas de fracaso ante un desafío nuevo o ya alcanzado.
  • Sentir miedo y culpa por el éxito.
  • Pensamientos catastróficos que provocan ansiedad, tristeza, desesperanza y temor.

Por otra parte, estos síntomas tienen un impacto negativo en la carrera profesional de las personas que lo padecen, como lo sostiene un estudio desarrollado por la Universidad de Salzburgo, Austria y citado, entre otros por el Diario ABC de España, la mayoría de los afectados ven limitada su carrera profesional, tienen sueldos más bajos, menos ascensos que sus compañeros con experiencia similar y más dificultades para la búsqueda de empleo.

¿Qué tipos de «impostores» hay?

La Dra. Valerie Young clasificó seis tipos de manifestaciones para el síndrome del impostor:

  • Perfeccionista
  • Súper hombre o súper mujer
  • Genio natural
  • Individualista robusto
  • Experto

A continuación haremos una descripción de cada uno y se sugieren tips para superarlos.

Perfeccionistas

Se fijan metas súper exigentes y si no las logran se desvalorizan y se desaniman. Son controladores y siguen el criterio de que «si queres que algo salga bien, debes hacerlo vos mismo/a».

  • ¿Pensás que las otras personas nunca están a la altura de tus estándares?
  • ¿Cómo manejas el cansancio, los errores y la calidad de los resultados?
  • ¿Caes con frecuencia en la microgestión?
  • ¿Te cuesta disfrutar de los logros porque los resultados siempre podrían haber sido mejor?

Tomate el tiempo para reconocerte los logros y para agradecer tus recursos y tus relaciones.

Todo cabio y todo aprendizaje lleva un proceso. El error es parte importante del aprendizaje. El objetivo no debe ser la perfección, sino la mejora continua.

Súper hombre o súper mujer

Personas inseguras que se presionan excesivamente para lograr resultados extraordinarios, buscando a cambio la aceptación social. Pero el costo es la sobrecarga de tareas, los problemas de relaciones y el estrés.

  • ¿Tenés adicción al trabajo?
  • ¿Sentís que el trabajo está afectando tus relaciones personales?
  • ¿El feedback correctivo te afecta demasiado y reaccionas enojándote?

Aprende a recibir feedback, la meta no es la aprobación de los otros, sino alcanzar tus propias metas realistas. Trabaja en fortalecer tu autoconfianza y disminuir la carga de trabajo. Tal vez debas cambiar el trabajar más por la premisa de trabajar mejor.

Genio natural

Juzgan que el éxito en consecuencia de tener un alto nivel de competencia, y las fallas como debilidades. Tienen la expectativa de hacer las cosas bien al primer intento.

  • ¿Te acostumbraste a sobresalir en lo que hacés?
  • ¿Evitás los desafíos que te sacan fuera de tu zona de confort por miedo al fracaso?
  • ¿Si las cosas no te salen a la primera, perdés la confianza en vos mismo?

Aceptar los errores y el bajo nivel de resultados como una oportunidad para el aprendizaje.

Individualista robusto

Ven una debilidad en pedir ayuda. Solo cuenta el éxito cuando se debe enteramente al esfuerzo personal.

  • ¿Sabes identificar cuando necesitas ayuda y cómo pedirla?
  • ¿Minimizás un logro si lo alcanzaste con la colaboración de otras personas?

Cambia el paradigma, pedir y ofrecer ayuda es una competencia importante. Ya nadie trabaja enteramente solo y cuando se trabaja con otros se llega más lejos y en menos tiempo.

Experto

Personas que temen que los demás los vean como inexpertos o poco profesionales.

  • ¿Te incomoda recibir un reconocimiento por considerarlo inmerecido?
  • ¿Te considerás un estudiante crónico que nunca se siente lo suficientemente competente?

Es importante aprender de forma permanente, pero no menos importante es poner en práctica lo aprendido.

Los expertos son aquellos que no bajan los brazos y no dejan de intentar, a pesar de los errores y de los malos resultados.

¿Qué otras medidas podrías tomar para evitar el síndrome del impostor?

Te leo en los comentarios.